Seguidores

viernes, 30 de agosto de 2013

My Summer Dream.

Caminaba por la calle como siempre, mirada al suelo y gesto insatisfecho, de repente, cierta persona se cruza en mi camino, y yo, sin querer saber nada de nadie por el mal día que estaba teniendo, simplemente pasé. Sólo podía pensar en otro verano que me esperaba mientras en mi cabeza sonaba miles de canciones nuevas que pronto serían cantadas en la ducha, agregadas al ipod, y seguidamente olvidadas en la carpeta de descargas del ordenador. Mi cabeza la verdad que en ese momento sólo podía producir pensamientos y más pensamientos y ninguno valía la pena. Me sentía raro, tal vez mareado, por sorpresa, aunque un poco más cerca, esa persona con la camiseta gris se me volvió a cruzar y yo con cara de depresivo, de haber estado llorando por horas giré y le vi. No tenía ni fuerzas para mantener la mirada fijada en él, pero cuando noté que era Él, inmediatamente mis ojos empezaron a brillar como si miles de luciérnagas habitaran en ellos. ¿Tartamudear? se queda corto, ¡Estaba justo a mi lado! ¿Qué debía hacer después del desprecio con el que me había estado tratando el último año? Tal vez era hora de darle una lección e ignorarle, darle de su propia medicina. Pero no nos engañemos, moriría por él, además, esta vez me habia lanzado un tímido hola con su sonrisa más dulce ¿Quién podía resistirse a ello? Por suerte, paré de babear y me acordé de aquella decisión un poco olvidada que había tomado hace ya tiempo, confesarle lo que sentía.
A ver, espera, no te precipites, pensé. ¿Desde cuando te saluda en público, y desde cuando pasa por tu barrio a las once de la noche si él vive al otro extremo de la ciudad? Eso tenía que ser, por desgracia, un sueño. Con mi segura impresión de que así era, grité en alto: ¡Este es un maldito sueño, joder! ¿Por qué justo cuando le vuelvo a ver después de tanto tiempo? . No, no desperté, pero rápidamente una oleada de palabras deseaban con ansias salir de mi boca y yo simplemente las solté, lo que había estado esperando tanto tiempo. No me lo pensé, simplemente aproveché la situación y reventé.
"Tengo que decirte una cosa, y tal vez ya te lo imagines pero bueno, me gustas, sí, es eso, estoy enamorado de ti desde que te empecé a conocer, lo siento si te ofende o algo, pero no puedo elegir de quién me enamoro, solamente me dejé llevar, y así estoy, atado a ti". Él se giró y me dijo que ya lo sabía, que se me notaba demasiado, sobre todo por las caras que le ponía cuando había días que ni me hablaba o no me prestaba atención, o por la cara de empanamiento que se me quedaba cuando me contaba sus chorradas. Oh, esas chorradas, esas chorradas que me contaba me sonaban a árabe, ya que no podía parar de atender al sonido de su voz. Se lo había tomado bien, demasiado bien, tal vez porque era un sueño, pero no como los otros en los que solo le miraba por los pasillos como en la realidad.
Este sueño fue más allá, me había dejado la total libertad de expresar mis sentimientos, vale que no se iba a enterar de nada, pero fue tan real y tan ficticio a la vez que me sirvió de experiencia piloto para una situación que espero que se me presente muy pronto, porque esta tensión contenida tiene que salir de una vez.

Mi verano siempre había estado rodeado de fotos en el agua, juegos de cartas y una canción del verano que recordar para reconstruir ese momento. Pues bien, este año no me hace falta ninguna de esas cosas, tengo mi propio sueño de verano, y al contrario que los ordinarios sueños de siempre, este sin duda se tiene que cumplir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario